El
ser humano, como animal complejo que es, tiene cierta tendencia a enmarañarse
la existencia en grado sumo. En efecto, la naturaleza nos dotó de una mente
racional y nos permitió bajar del árbol y erguirnos sobre la pradera, en una
postura que, en puridad, ningún otro animal tiene. Y sin embargo, en ocasiones
dejamos que nuestra mente se retrotraiga a nuestra “infancia salvaje”, y terminamos
tomando decisiones que no son nada factibles ni viables.
Si
eres seguidor de nuestro blog ya sabrás que los consejos que te damos para
decorar el interior de tu vivienda son bastante prácticos, y tienen la
intención de hacerte ver lo sencillo que puede ser conseguir un poco de
operatividad si pretendemos vestir nuestra vivienda con el aire más innovador.
Por eso hoy nos hemos planteado pararle los pies al “cerebro reptil”, ese que
según los investigadores está agazapado en nuestra mente y es el que dirige
nuestras acciones, y comentarte algunas cuestiones que tienes que tener en
cuenta para decorar tu casa. Al fin y al cabo se trata de sacar partido a esa
reforma, ¿no crees?
Lo
primero que tenemos que tener en cuenta es que no importa únicamente el interior,
sino que también hemos de echar un vistazo al exterior de nuestra vivienda. Un
patio delantero con cuatro macetas secas no tiene demasiado interés, lo mismo
que un jardín trasero en cemento. Es mucho mejor comprar cesped artificial en tarragona, Madrid, Sevilla o donde vivas,
poner esos tepes con mimo (o dejar que te los pongan si tú no eres mañoso con
las herramientas…). Y ya está. De esta manera podrás darle un color adecuado a
tu vivienda, comprobarás que con el verde todo es más agradable, vestirás tu
casa con colores primaverales para todo
el año… Y ahorrarás dinero y agua, que de eso se trata.
Siguiente
cuestión: si vas a reformar alguna habitación, tirando tabiques o repintando
los colores del comedor, asegúrate de que contratas una empresa de garantías.
Tener un problema con una empresa de reformas es más habitual de lo que
piensas, y no sería la primera vez que nos llevamos un disgusto porque los
albañiles que hemos contratado interpretan mal nuestras órdenes y hacen justo
lo contrario a lo que nosotros
queríamos.
Y
por supuesto, todo por escrito. Desde que se inventó el papel firmado donde se
estipula todo lo que una empresa y un cliente acuerdan, los problemas son los
menos. Es verdad que la libre interpretación, aun con las cosas firmadas, puede
existir, de hecho lo hará. Pero también es cierto que si nos hacen una chapuza
y no nos gusta, con ese papel firmado podremos reclamar que nos devuelvan el
dinero. Lo cual, por cierto, es un gran
acierto, ¿no crees? Pues hale, no dejes salir tu lado irracional y actúa en
consecuencia para reformar tu casa. Tu tranquilidad te lo agradecerá.
